“Construyamos una comunidad más asequible, segura y saludable”.
Acerca de Manny
Manny De Los Santos es un residente orgulloso de Washington Heights durante toda su vida, que está criando a su propia familia en el mismo edificio de apartamentos en el que creció.
Desde temprana edad, Manny aprendió el valor del trabajo arduo por el ejemplo que dieron sus padres en la fábrica y como vendedores ambulantes en la Ciudad de Nueva York. Ahora está dando el mismo ejemplo a sus propios hijos a través de su dedicado trabajo como activista comunitario.
Manny es el primer integrante de su familia inmediata en acudir a la universidad, obteniendo una licenciatura en psicología y una maestría en trabajo social de la Universidad Estatal de NY (SUNY), recinto de Albany. Manny era un estudiante atleta en el equipo de atletismo de SUNY Albany e integrante de la Phi Iota Alpha Fraternity, Inc.
Después de la universidad, Manny emprendió una carrera de 13 años como trabajador social y director de escuelas comunitarias en diferentes escuelas de la Ciudad de Nueva York, donde ayudó a los estudiantes a superar los desafíos académicos, la falta de vivienda y el abuso de sustancias. Trabajó incansablemente por defender y asegurar recursos vitales para nuestras familias, y los estudiantes más necesitados en toda la ciudad.
En sus tardes y tiempo libre, Manny ha participado activamente en varias organizaciones comunitarias, incluyendo como copresidente de los Jóvenes Demócratas del Norte de Manhattan, integrante de la Junta Asesora Vecinal (NAB en inglés) e integrante de la Junta Comunitaria 12.
Manny se postuló con éxito y fue electo líder distrital demócrata en 2009 para el Distrito Asambleísta 72. Más tarde, Manny también fue electo como integrante del Comité Estatal en 2016. Como líder distrital, Manny ha priorizado la participación de los votantes y la educación como instrumentos para apoderar las vidas de los residentes en el norte de Manhattan. Ha coordinado campañas de inscripción de votantes y censos, ha facilitado foros de inquilinos, vivienda e inmigración; así como también ha organizado distribuciones gratuitas anuales de pavos, colectas de abrigos, colectas de juguetes y distribiciones gratuitas de mochilas, en conjunto con asociaciones de inquilinos y docenas de pequeñas empresas de propietarios minoritarios.
Prioridades Comunitarias
Como su asambleísta, lucharé por:
Asequibilidad y estabilidad de vivienda
Los residentes de esta comunidad están siendo expulsados lentamente por el aumento constante de los alquileres. Nuestra comunidad debe tener viviendas asequibles, seguras y protegidas. Debemos trabajar para detener el flujo de familias que se ven obligadas a mudarse de nuestros vecindarios y para proteger a los inquilinos de los propietarios depredadores que intentan sacarlos de sus hogares.
Recuperación y recursos para pequeñas empresas
Las pequeñas empresas de Inwood y Washington Heights son el motor de esta comunidad. Las pérdidas que han sufrido durante la pandemia han sido devastadoras. Si soy electo, apoyaré de inmediato la propuesta de la gobernadora Hochul, de asignar mil millones de dólares en ayuda para pequeñas empresas en el presupuesto de 2022.
Acceso equitativo a apoyos del COVID-19
Las comunidades de color se han visto impactadas de manera desproporcionada con los peores efectos de la pandemia. Debemos asegurarnos de que los esfuerzos para brindar asistencia y ayuda a las personas afectadas por el COVID-19, se distribuyan equitativamente entre todos los neoyorquinos eliminando cualquier obstáculo lingüístico, tecnológico y económico que impida que las personas reciban la ayuda que necesitan.
Escuelas de alta calidad y con presupuesto adecuado para nuestros niños
Todos nuestros niños merecen escuelas bien financiadas y de alta calidad con las herramientas tecnológicas disponibles para preparar a los estudiantes para las carreras del siglo XXI. Nuestras escuelas deben eliminar la segregación racial y económica para que cada estudiante tenga la mejor oportunidad de tener éxito.
Recursos para mejorar la salud pública
El aumento de los delitos violentos en nuestra comunidad ha sido alarmante y amenaza con deshacer el progreso que hemos visto en nuestros vecindarios durante las últimas tres décadas. Lo más preocupante es que han sido las comunidades de color las que sufrieron la peor parte de este aumento. Cuando nuestros vecinos se sienten inseguros en sus hogares, en el vecindario o en el transporte público, no podemos prosperar. Cuando nuestros vecinos no confían en la policía para servir a nuestras comunidades con dignidad y respeto, tampoco podemos prosperar. Para que nuestra comunidad prospere, necesitamos al Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York. Pero también necesitamos que la Policía de la Ciudad de Nueva York haga las cosas mejor.
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